domingo, 23 de febrero de 2014

La Planchadora











La Planchadora
Eladio Vélez: Nacido en Itagüí, Antioquia, el 22 de septiembre de 1897 y fallecido en Medellín, el 23 de julio de 1967. Realizó sus estudios primarios en Itagui. En su niñez vivió algunos años en Salgar. En 1913 ingresó a la Escuela de Bellas Artes donde estudió modelado, dibujo y pintura con Bernardo Vieco, Gabriel Montoya y Humberto Chaves. Posteriormente trabajó como modelador y escultor en el taller de Escultura e Ingeniería de los hermanos Carvajal bajo la dirección de don Romulo Carvajal.
Desde la época de estudiante en la Escuela de Bellas Artes disfruto de la amistad del maestro Pedro Nel Gómez con quien le gustaba salir a practicar y experimentar en la pintura. Más tarde ellos dos fundaron la Escuela de Acuarelistas que tanta significación ha tenido en Antioquia. Ambos viajaron en 1924 a Bogotá donde se integraron al grupo cultural formado por Ricardo Rendón, Leon de Greiff, Jóse Restrepo Jaramillo, Luis Tejada, Jorge Zalamea entre otros.
Luego viajó en 1927 a Italia y Francia para perfeccionar sus estudios. Regresó a Medellín en 1931 para dirigir el Instituto de Bellas Artes de esa ciudad en 1932. Fue invitado a participar en la Bienal de Madrid en 1952, y realizó su última exposición individual en el Museo de Zea, hoy Museo de Antioquia. Su obra se encuentra en colecciones privadas, el Museo de Antioquia y la escuela Eladio Vélez V. de la Sociedad de Mejoras Públicas de Itagüí, que le rinde homenaje.

“Entre las piezas hay imágenes tan icónicas como “La Planchadora”, un óleo sobre tela de 1938 en el que se ve a una mujer de espaldas planchando la ropa, siendo uno de los cuadros más famosos de Eladio Vélez. El conjunto de las obras abarca dibujos de estudio del cuerpo humano, retratos de personalidades como los escritores Efe Gómez y Tomás Carrasquilla, así como familiares, personas de la ciudad y el campo, y autorretratos. Aparecen, también, paisajes, escenas de la vida cotidiana y bodegones.”[1]
Aquí tenemos una descripción de otro blogg “Es ua obra creada por Eladio Vélez, que demuestra el esfuerzo de una mujer que vive en una realidad a la que tal vez no desearía pertenecer. En medio de su silencio, ella realiza una labor doméstica, que puede simplmente quedarse en eso: Planchar la ropa, pero realizando una inferencia sobre los elementos claves que se encuentran en esta pintura,como los tacones que calza, puede encontrarse como un desajuste en la realidad que vive, ya que esta mujer a parte de su trabajo de hogar, aunque es digno, puede incluso reflejar el deseo de otra vida, pues los tacones que utiliza connotan la cultura que posee, que quisiera dar a conocer, y a la que realmente pertenece, pero que atrapada en estas circunstancias de una vida que no es suya, se ve inmersa en una obligación que no ha de ser realizada por una mujer con cultura y con intelecto.”[2]
Aquí vemos a una mujer planchando, esta se ve que es de una buena familia, esta muy bien vestida, una casa embaldosada, una mujer muy elegante, pero a pesar de eso, esta haciendo las labores domésticas, demostrando lo que en esos años debía hacer la mujer en su hogar. Se ve cortada la libertad de la mujer, y las ganas de esta por ser libre, la forma de vestir haciendo las labores, quiere decir que ella no ha de salir mucho, es una esclava de su hogar y debe de lucir sus vestidos interna en su hogar.
Es muy útil las obras pictóricas a la hora de enseñar, estas muestran lo que se vivió en un momento determinado, como podemos evocar un pasado marcado de violencia, de amor, de muerte, etc.  En algunos casos era la forma como tenían los artistas para poder expresar sus ideales y sus sueños.

Título: La Planchadora
Autor: Eladio Vélez
Año: 1938
Estilo: Cuerpo humano
Técnica: Óleo sobre lienzo
Longitud: 99cms
Ancho: 79cms
Ubicación: Museo de Antioquia
Ciudad: Medellín
País: Colombia

Bibliografía:

















domingo, 16 de febrero de 2014

Rebelión en las Aulas



Rebelión en las aulas
101 min. | Drama
Público apropiado: Jóvenes
Año: 1967
País: Reino Unido (Londres)
Dirección: James Clavell
Intérpretes: Sidney Poitier, Christian Roberts, Judy Geeson, Suzy Kendall, Lulu, Faith Brook, Geoffrey Bayldon, Edward Burnham
Guión: James Clavell

Trata de un ingeniero de comunicación de color, que llegó al instituto de East End de Londres a dictar clases, ya que este fue el único empleo que consiguió, este se encuentra con un grupo de jóvenes desadaptados, los cuales son un problema para la sociedad, llega en reemplazo de un profesor que no aguanto más y se fue. Este al hablar con otros profesores se da cuenta que ninguno quiere estar allí, que están por que no tienen otra opción. Cuando llega al aula por primera vez, choca con todos los estudiantes, este trata de empezar a poner orden y dar su clase de matemáticas, geografía, etc. Así trascurre un tiempo, hasta que no aguanta más los saboteos de los alumnos y decide cambiar por completo y empezar a hacer que estos se vean como adultos y se valoren, lo primero que hace es hablar con las mujeres y pedirles que se hagan respetar de sus compañeros, para que el día de mañana las sepan valorar, vota los libros a la basura y le dice que en adelante les hablara de lo que ellos quieran, la vida, el trabajo, el amor, la muerte, el sexo, la rebeldía, del matrimonio y de todo aquello que les interese saber. Esto hace que los alumnos tengan un cambio total, ya las clases se vuelven más interesantes para los estudiantes, y comienzan a ver al profesor de manera distinta.
El profesor se empieza a interesar por la vida personal de sus alumnos, ya que este sabía que ellos tenían bastantes problemas en sus hogares,  les comienza a brindar ayuda, así se gana la confianza de estos.
En esta película podemos ver como el profesor al ver que no tenía la atención de sus estudiantes, decide dar un vuelco total a lo que enseña y a la manera como lo enseña, cambiando el método tradicional de enseñar por un método más social, el propone que tengan salidas de campo, donde interactúa con sus alumnos hablando de temas que para ellos son más interesantes, enseñándoles a que se valoren, a que estos pueden ser de provecho para la sociedad, que hay otras maneras de mostrar la rebeldía. En síntesis este se interesa más por ellos como persona que solo como entes que quieren aprender. Muestra como con paciencia, perseverancia y amor se pueden lograr cosas maravillosas en los jóvenes y hacer de estos unas personas de bien.
Este decide no maltratar a sus alumnos como lo hacían los otros profesores, o incluso sus padres, por esto es que este se va ganando la confianza y respeto de sus alumnos, algo lo cual a quienes decidan tomar la profesión de la docencia deben aplicar, cuando uno de sus alumnos no este marchando como es debido, no castigarlo o amenazarlo con una mala nota, deben de interesarse por lo que a este le esté pasando,  que problemas está afrontando en su vida personal, en su hogar, a que se debe que se comporte se esa manera y así podrá lograr que este alumno sea mucho mejor, tanto en valores como en su escuela.
  



miércoles, 5 de febrero de 2014

La deserción escolar

La Deserción Escolar


Vemos con frecuencia como los estudiantes dejan de asistir a las aulas de clase por uno u otro motivo, y eso no es algo nuevo, eso viene desde los mismos comienzos de la educación o como se le conocía primero, la instrucción pública; desde el siglo XIX, cuando los castigos eran  severos en las escuelas, "El señor Baltazar Botero inspector de la enseñanza del departamento, le pide al curador de la enseñanza de Medellín que averigüe si es verdad que el director de la escuela anexa a la normal de varones emplea castigos dolorosos para los niños, lo cual puede ser causa de la deserción de los alumnos."[1] Los castigos eran normales en esa época, aunque en ocasiones, como en el caso recién comentado, eran denunciados por la dureza de los castigos.



Aunque este no era el único motivo de que los alumnos abandonaran la escuela, también influía mucho el estado del tiempo, en especial cuando era invierno, “El director de la escuela elemental de niñas de Bello, informa que la escuela está bien en general, y que las alumnas asisten con regularidad a clase, siempre y cuando la quebrada no se inunde.”[2]
Otro de los motivos de la deserción escolar en aquellos años era la falta de apoyo del estado para el sostenimiento de las escuelas y la falta de útiles escolares, los cuales deberían ser costeados por el gobierno de la época, “El señor Epifanio Moreno director de la escuela de varones de San Cristóbal, da informe al señor celador del departamento, correspondiente al mes de mayo; se queja de la poca asistencia de los alumnos a causa de la falta de útiles escolares.”[3] También es evidente el mal estado de las edificaciones donde funcionaban las escuelas, “La señora María Borja Callejas, directora de la escuela primera elemental de niñas, pide al jefe del municipal del distrito reparar con urgencia el edificio donde funciona la escuela, ya que está en riesgo la integridad de los maestros y las alumnas.”[4] Aunque hoy en día seguimos viendo este problema del mal estado de las escuelas y colegios.

Clases en la Costa, en riesgo por temporal


Se pude decir que la deserción escolar es igual o mayor hoy en día, aunque ya no por los mismos motivos, hoy vemos el bullying (acoso escolar y a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo). Pero esto no es nuevo, ya que esta clase de acosos se han visto siempre, pero es ahora donde se está prestando mayor atención, por las formas tan crueles y desalmadas como se realizan.

Otro problema es el de las barreras invisibles, este junto con el desplazamiento forzoso, son quizás las principales causas de la deserción escolar.





[1] Archivo histórico de Medellín (en adelante AHM). Alcaldía de Medellín, 1868, tomo 19, doc. 60, flo 293r-293v.
[2] AHM. Alcaldía de Medellín, 1884, tomo 19, doc. 6, flo 121r.
[3] AHM. Alcaldía de Medellín, 1884, tomo 19, sd.  flo 116r-116v.
[4] AHM. Alcaldía de Medellín, 1884, tomo 19, doc. 354,  flo 124r-129v.